Desproporcionada, injusta y vergonzosa fue la condena que un juez impuso en junio del pasado año a Carmen y Carlos: 3 años y 1 día de prisión por un incidente durante un piquete del Movimiento 15M de Granada durante la Huelga General del 29M de 2012.
Los mismos que nos matan con recortes en sanidad, que destruyen nuestro futuro limitando el acceso a la educación, que condenan a la miseria a gente sin medios y sin un puesto de trabajo al alcance; todos esos son los mismos que empujaron a un fallo "intimidatorio", como el propio fiscal del caso exigía, para "las personas que se extralimiten en el ejercicio del derecho a la huelga". Pero mientras tanto, protegen y abrazan legalmente a los que amenazan y coaccionan a los trabajadores y trabajadoras que quieren ejercer su derecho a la huelga, imponiendo, a lo sumo, sanciones pecuniarias, ínfimas y ridículas.
Ahora Carmen, una mujer de 56 años en paro, y Carlos, un estudiante de medicina de 25 años, ya tienen la orden de ingreso en prisión. Sus vidas van a verse truncadas y se sienten completamente indefensos ante esta denigrante persecución propia de siglos pasados.
Es una auténtica vergüenza vivir en un Estado que persigue a los ciudadanos y ciudadanas mientras se desvive por salvaguardar los intereses económicos de los poderes. Ni democracia, ni justicia, ni libertad.
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Todo nuestro apoyo a Carmen y Carlos. ¡Libertad para ellos! |
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